Gatronomía

En Mallorca, las sopas son el plato más popular. Las hay líquidas, con pescado, carne... y las propiamente mallorquinas que son sólidas o secas, de trinchar, de comerse con cuchillo y tenedor. Llevan verduras, col y rebanadas de pan empapadas en el caldo de la cocción, además de pimentón, tomate, ajo, etc.

Rodeada por ese sabor marino, destaca por sus recetas de langosta y sepia, sopas de pescado, y la "espinagada" típica de Sa Pobla, un relleno de anguila y espinacas envueltos en pasta de empanada, las cazuelas de bonito, la ratjada (raya), los salmonetes con salsa mora, a la llauna (plancha) o fritos. Las empanadas mallorquinas también son muy afamadas, especialmente las de pescado de Sant Joan.

Además de las sopas, con la carne de cerdo se elaboran innumerables platos: el rostit, los "libritos", que alternan filetes de lomo y lonchas de queso, el aufegat, carne muy especiada, ronyons (riñones) a la cassolana, blanquet, hecho con sesos de cerdo, etc. También se hace un relleno muy típico mezclando el hígado del animal, huevos, pan, especias, manzanas y ciruelas, que se emplea en aves y asados de vacuno. Y, no olvidemos, que se prepara el embutido más famoso, la "SOBRASADA", (indicación geográfica protegida, Sobrassada de Mallorca), de consistencia blanda y color anaranjado. Además, otros embutidos dignos de mencionar son el botifarró, el camayot, la butifarra y el "carn y xua".

Las verduras son base de platos típicos. Con ellas se elabora el "tumbet", un pastel con patatas, berenjenas y salsa de tomate y pimientos. Las berenjenas, muy frecuentes en la gastronomía mallorquina, se preparan también rellenas de carne o pescado, y al horno. Los huevos se toman al "estilo Sóller", fritos sobre sobrasada y cubiertos con una complicada salsa de verduras y leche. La gallina rellena con salsa de granada, la pechuga de pavo con salsa de almendras.

El ACEITE DE OLIVA VIRGEN extra con denominación de origen elaborado en la isla, es otro gran producto, con olivas de las variedades mallorquina, arbequina y picual. Según el grado de maduración en el momento de recolección se diferencian dos tipos: afrutado y dulce. El afrutado procede de la recolección más primaveral; el dulce, obtenido de olivas más maduras, se caracteriza por su color amarillo dorado, gusto dulce y sensación picante.

Los mejores vinos de la isla de Mallorca están adscritos a las Denominaciones de Origen Binissalem y Pla i Levant. Destacan tintos de un profundo color, pero también los blancos y rosados son interesantes.

En cuanto a repostería, la reina es la ENSAIMADA, que se hace con manteca de cerdo, además de las cocas, que según los ingredientes que lleven (verduras, carnes, salazones) pueden ser una magnífica entrada o cuando se cubren con confitura, cabello de ángel, frutas cocidas, etc... un buen postre. La coca de albaricoque, la de las monjas de la Concepción, la de can Angela de Binissalem, etc. Garrometes del Papa, avellanats, menjar blanc y ous molls, son otros interesantísimos dulces. No podemos olvidarnos de ciertos bizcochos típicos de reducido tamaño llamados QuartÒs, así como el Rubiol, el Crespell, el Flaó o el Gató de Almendra.

Para acompañar estos deliciosos postres o incluso como aperitivo, la isla dispone de una gama de licores tradicionales entre los que destacan el Palo de Mallorca (Denominación geográfica Palo de Mallorca) y las Hierbas Mallorquinas.